Pueden existir varios motivos para realizar estas valoraciones, pero si partimos del hecho de que son las comunidades afectadas por los daños ambientales, entonces la mayor motivación estará dada en el ámbito de la “justicia ambiental”. Lograr el ideal de la justicia ambiental, es algo más que solucionar un problema de distribución. Desde la teoría de la justicia ambiental, esta debe cubrir al menos tres aspectos: la distribución, el reconocimiento y la participación (Schlosberg, 2013).

Desde la teoría del reconocimiento intersubjetivo de Honneth, 2005, el “no reconocimiento” es la causa primaria de todas las injusticias. Puesto que se infiere de esta reflexión, que si se quiere llegar a hacer justicia ambiental, se tiene primero que “reconocer” a la victima de los impactos, como una persona igual en derechos y en su valor intrínseco.

Por consecuencia, si la valoración de los pasivos ambientales es utilizada por las comunidades para lograr la justicia ambiental, su principal aporte está dado en la medida en que sirva como vehículo para que las personas dañadas por impactos ambientes, sean reparadas en su integridad como personas de valor.

Referencias

Honneth, A. (2005). Reconocimiento y justicia. Entrevista Axel Honneth. Entrevista de Francisco Cortés Rodas. Revista Estudios Políticos, 27, 9–26.

Schlosberg, D. (2013). Theorising environmental justice: the expanding sphere of a discourse. Environmental Politics 22(1), 37-55.